InfoRota, Historias Populares Roteñas: Prudente Arjona Lobato

Historias Populares Roteñas

Prudente es un amante de su localidad. Su afición, recoger en pequeños relatos la otra historia del pueblo donde nació y sus gentes.

Por: Prudente Arjona Lobato

El Patrón De La Patera

El Patrón de la Patera, un relato por Prudente Arjona Lobato

Serían las siete de la tarde del martes pasado cuando, surcando por la Bahía con todas las cangrejas, stays, juanete, velacho, trinquete y foques desplegados, el Juan Sebastián de Elcano -Buque Escuela de la Armada Española- se encontraba dando bordadas indeterminadas, poniendo a punto sus motores que le han de servir como alternativa al velamen, para retomar una nueva travesía alrededor del Mundo.

Ya por la mañana, y como es habitual en cada ocasión, había originado el consiguiente embotellamiento de tráfico, al obligar la apertura del puente levadizo de Cádiz, a su paso al mar abierto desde la Carraca.

Cinco minutos no habrían transcurridos, cuando una espesa cortina de lluvia mezclada con aparato eléctrico de fondo hizo desaparecer por arte de magia al bergantín de mi vista como si de un barco fantasma se tratara, mientras que en las alturas, nubes azabaches; cúmulo nimbos erguidos hasta el infinito, se asemejaban a miles de jinetes enlutados a galope tendido, trotando sobre deshebrados estratos que dejaban entrever por las enmarañadas mallas etéreas, ascuas de carbones encendidos; como si de la fragua de el Viejo Agujeta parecieran…

Un espectáculo inaudito de aguaceros, nubes fantasmagóricas, mar embravecido,  lanceros apocalípticos… y en el fondo del decorado… El sol -queriendo mostrar el flujo rojo-sangre de su corazón latente- filtraba sus rojizos destellos, a través de los postigos entre-abiertos en las enredadas y maltrechas nubes de un atardecer incierto. ¡Me quedé petrificado ante semejante acontecimiento natural!…

La naturaleza andaba jugando, utilizando todos sus medios a su alcance; como intentando acaparar mi atención… como si intentara enviarme un mensaje con destellantes relámpagos, lluvia que me despejara, caballería que me despertara y un tímido sol sangrante, que me guiñaba tras las celosías y visillos de nubes pardas…

¡Qué difícil es leer en la pizarra del cielo!… Yo, hubiese recurrido a marineros, labriegos o montañeros experimentados… porque ellos sí saben describir los mensajes célicos que la naturaleza envía. ¡Me hubiera gustado adivinar la misiva al momento! –Porque estaba seguro que algo me anunciaba. -¡No era normal, tantos fenómenos a un tiempo, tanta parafernalia atmosférica…!.

-Fue el domingo por la mañana cuando empecé a descifrar el jeroglífico; El cielo anunciaba una catástrofe que yo no supe oportunamente percibir, ni leer, ni entender… La primera traducción la encontré frente a  mi terraza, en la playa… luego, un espinoso rosario de infortunados fueron varando en la arena sus aspiraciones, sus deseos, sus ilusiones, sus sueños… escritos en unas cartas borrosas por el mar de la Bahía, que pretendían entregar en mano a los Reyes Magos de Europa; unas cuartillas que tiritaban de frío, una tinta diluida,  manos arrugadas y blanquecinas aferradas a  papeles emborronados…

-Cuando el desdichado magrebí fue retirado de la orilla, los pliegues de la sábana que lo cubrían, dejaron marcados extraños signos que en forma de epitafio, trabajosamente se podía leer,  y que decía en arameo:

“Ven a Mí hijo mío; -Yo secaré tu espalda mojada. Yo te admitiré sin papeles en mi Casa, porque en mi Reino no hay pasaportes, ni fronteras… Ni me importará la religión que profeses, porque en mi corazón -que es tu templo- encontrarás el ungüento que curará todas tus tribulaciones. ¡Juntos leeremos la carta que te ha traído hasta Mí. Y nunca jamás zozobrará tu barca, porque desde hoy seré Yo el Patrón de tu Patera”.

El Paraíso, a 25 de Octubre de 2003.

Fdo: Jesús de Nazaret,  Rey de Reyes.

Han pasado siete años desde que publiqué esta tétrica historia real, con un final imaginado…